Cada vez es más el número de pequeñas y medianas empresas que optan por crear una fundación para así poder canalizar diferentes acciones de responsabilidad social corporativa, docencia, investigación o divulgación de información de interés social. En este artículo te explicamos su utilidad para la empresa.
Las fundaciones son entidades sin ánimo de lucro creadas por la voluntad de sus fundadores con un patrimonio condicionado a la realización de actividades de interés general; los beneficiarios de estas acciones son colectivos de personas que los promotores de ésta han definido en el momento de su fundación.
Por desgracia, cada cierto tiempo se destapan casos de corrupción alrededor de este tipo de entidades o de ONG´s que no deben ensombrecer la labor filantrópica y buen hacer que este tipo de organizaciones realizan en nuestro país.
Tipología y objetivos
No existe una clasificación específica por tamaño, pero cada vez son más las empresas que apuestan por esta fórmula creando entidades sin ánimo de lucro de diferentes tamaños, objetivos y causas:
Acción social. La mayoría son creadas como instrumento para poder canalizar la acción social de determinadas compañías, patrocinando iniciativas alineadas con la identidad de marca.
Para garantizar la filosofía el fundador. Es frecuente también encontrarse con fundaciones creadas para continuar los principios de sus promotores, como por ejemplo la Fundación Ramón Areces, fundador de El Corte Inglés, que impulsa la formación, investigación y divulgación de ámbitos científicos.
Por un fin cultural relacionado con el ámbito de la investigación. Los especialistas en gestión y creación de fundaciones sin ánimo de lucro aconsejamos siempre que la entidad esté relacionada con el sector donde opera la empresa con el fin de facilitar su gestión. Por ejemplo, en la Fundación Mutua Madrileña podemos encontrar la promoción y divulgación de la seguridad vial entre sus fines.
Dentro de este ámbito podemos encontrar entidades creadas por farmacéuticas u hospitales cuyo fin es la investigación determinadas áreas relacionadas con la salud.
Principales ventajas para la empresa
Mejora la imagen de marca. Aunque es cierto que la fundación tiene vida propia y es completamente independiente de la empresa, no podemos olvidar que la empresa promotora alcanza un plus de prestigio gracias a las actividades sociales que la entidad lleva a cabo.
Es muy buena forma de comunicar responsabilidad y compromiso social que llega en forma de mensaje a personas o grupos de interés sin necesidad de invertir grandes sumas en marketing.
El beneficio es aún mayor cuando el nombre de la fundación es similar al de la empresa fundadora, normalmente, además del nombre suelen incluirse distintivos gráficos tanto en símbolos, como en tipografías y colores que ayuden a asociar ambas marcas. Este es el caso de la Fundación Ramón Areces, segundo Presidente de El Corte Inglés.
- Como canal para obtener fondos y subvenciones. Las fundaciones pueden obtener fondos públicos y nutrirse de subvenciones específicas para este tipo de entidades, esto además de las donaciones que pueden llevar a cabo los particulares. Sin una entidad de ánimo de lucro detrás, una empresa no podría optar a este tipo de recursos.
- Potencia la investigación y el desarrollo. Cuando hablamos de fundaciones cuyos fines son la investigación y la docencia se deriva parte de este impulso hacia la empresa fundadora, generando sinergias para incrementar y mejorar su posicionamiento en el mercado.
- Fiscalidad. Las fundaciones sin ánimo de lucro gozan de una fiscalidad más ventajosa, estando exentas del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, del de Actos Jurídicos Documentados y en función de las características de la misma del Impuesto Actividades Económicas y del IBI. Tampoco están sujetas al Impuesto del Patrimonio ni al de Sucesiones, y cuentan además con algunos privilegios de tipo fiscal.
¿Es rentable crear una fundación para una empresa?
Crear una fundación puede ser una inversión estratégica rentable para las empresas, especialmente aquellas que buscan un equilibrio entre el impacto social y los beneficios económicos. A nivel fiscal, las empresas pueden aprovechar deducciones por donaciones y obtener exenciones impositivas significativas, lo que optimiza sus recursos financieros.
Además, la fundación puede acceder a subvenciones y colaboraciones con organismos públicos y privados, lo que permite diversificar las fuentes de ingresos.
También contribuye a mejorar la imagen corporativa, atrayendo a consumidores y socios que valoran las iniciativas de responsabilidad social. Al crear una fundación, la empresa fortalece su relación con la comunidad y refuerza su compromiso con causas importantes, lo que, a largo plazo, puede aumentar la lealtad de clientes y empleados.
Otra ventaja relevante es la estabilidad financiera que las fundaciones pueden ofrecer en tiempos de crisis económica, permitiendo a la empresa desarrollar proyectos a largo plazo sin depender de las fluctuaciones del mercado. Este enfoque sostenible no solo beneficia la rentabilidad, sino que también genera una influencia positiva y duradera en la sociedad.
Retos a los que se enfrenta la empresa
Además de las ventajas mencionadas anteriormente, la empresa debe asumir unos retos o barreras que, si bien son salvables, pueden suponer un obstáculo tanto para la creación como para la gestión de la misma.
Patrimonio
La primera de ellas es el patrimonio exigible para poder constituirla, que en España está fijado en 30.000 € y que en Cataluña asciende hasta los 60.000 €, cantidad nada despreciable para muchas empresas, y más teniendo en cuenta que ese patrimonio queda afectado a la consecución de los fines marcados.
La ley permite que si la aportación es dineraria esta puede desembolsarse en dos tramos, el 25 % cuando se constituye y el 75% restante en los siguientes 5 años.
En el caso de que la aportación para constituirse no fuera dineraria hay que tener en cuenta que ese patrimonio queda afecto al fin para el que se ha creado la fundación. Y esto significa que ese patrimonio queda inmovilizado y que, además, en caso de extinción de la misma este debe entregarse a cualquier otra fundación o asociación de utilidad pública. Es decir, no se recupera.
Sostenibilidad.
Otra barrera, también salvable, representa la capacidad para garantizar la sostenibilidad de la misma. Es común encontrarse con que a los fundadores les cuesta trabajo definir los fines y objetivos de la misma, y eso representa un problema a la hora de conseguir financiación, ya que al igual que ocurre con cualquier empresa, una fundación debe también diferenciarse del resto.
Ligado a este aspecto de sostenibilidad hay que tener en cuenta un problema asociado que es la gestión de la misma. Para que la fundación pueda desarrollar su actividad es necesario invertir recursos, tanto humanos como económicos y una nada desdeñable cantidad de tiempo.
Conflicto de intereses.
Es imprescindible documentar y regular cuál es la relación entre la fundación y el organismo que la crea para que no se den problemas de incompatibilidades.
En Bados Duplá somos especialistas en creación y gestión de entidades sin ánimo de lucro, asesorándole en la forma jurídica adecuada y ayudándole a alcanzar los fines propuestos en la misma.
Muy buena la página
Muchas gracias Juan!
Muy importante la labor que hacen los felicito desde Venezuela somos la FUNDACION ORSEVEN que nuestro objetivo entre otros es rescatar a los más necesitados y formarlos para que vengan a ser productivos en la sociedad y dejen de ser una vergüenza para sus comunidades.
Muchas gracias por sus palabras.