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8 consejos para implementar un programa de compliance efectivo en fundaciones

En el mundo de las fundaciones, el cumplimiento normativo o compliance es una herramienta fundamental para garantizar el respeto a las leyes y la transparencia en la gestión. Un programa de compliance bien estructurado no solo previene posibles infracciones legales, sino que también promueve una cultura de ética y responsabilidad que contribuye a mantener la confianza de donantes, beneficiarios y otros grupos de interés.

A continuación, presentamos una serie de buenas prácticas para diseñar e implementar un programa de compliance efectivo y adaptado a las características y necesidades de las fundaciones.

Definir el contexto organizacional y los objetivos del programa de compliance

El primer paso para establecer un programa de compliance en una fundación es definir claramente el contexto en el que opera la entidad y sus objetivos específicos de cumplimiento. Esto implica analizar factores como:

  • Las leyes y normativas que aplican específicamente al sector fundacional.
  • La estructura de la organización, incluyendo los roles de empleados, voluntarios y directivos.
  • Los grupos de interés, como donantes, beneficiarios, entidades gubernamentales y la sociedad en general.

Esta evaluación ayudará a determinar el enfoque del programa y establecer objetivos claros que guíen su desarrollo y monitoreo.

Crear un mapa de riesgos personalizado

Una vez definido el contexto, es esencial identificar los riesgos a los que está expuesta la fundación. Un mapa de riesgos ayuda a anticipar problemas potenciales y establece las bases para diseñar medidas preventivas. Los riesgos pueden incluir:

  • Riesgos penales: como fraudes, malversación de fondos o corrupción.
  • Riesgos de reputación: relacionados con la transparencia en la gestión de fondos y la conducta ética de los empleados.
  • Riesgos operativos: fallos en la ejecución de proyectos o en la gestión de recursos.
  • Riesgos de cumplimiento normativo: incumplimiento de regulaciones laborales, fiscales o de protección de datos.

Este mapa debe actualizarse periódicamente para adaptarse a los cambios normativos y a las necesidades de la fundación​.

Establecer una política de compliance clara y accesible

Una política de compliance establece las normas y directrices que regirán las actividades de la fundación en todos los niveles. Esta política debe incluir:

  • Un código de conducta que describa los principios éticos de la fundación y las conductas esperadas de empleados, directivos y voluntarios.
  • Procedimientos específicos para la toma de decisiones, el manejo de fondos y la ejecución de proyectos.
  • Reglas de supervisión y sanciones en caso de incumplimiento.

La política debe ser clara y comprensible, y estar disponible para todos los miembros de la fundación, quienes deben conocer sus responsabilidades en materia de cumplimiento.

Nombrar un órgano de cumplimiento o compliance officer

Para supervisar la implementación del programa, se debe designar un responsable de compliance o un equipo que, según el tamaño de la fundación, puede ser un órgano de cumplimiento. Este equipo tendrá la autoridad para:

  • Supervisar la aplicación de las políticas de compliance.
  • Llevar a cabo auditorías internas y revisar el cumplimiento de los procedimientos.
  • Actuar como punto de contacto para reportar cualquier irregularidad.

Este órgano debe contar con independencia y autonomía para asegurar su objetividad y eficacia en la toma de decisiones​.

Implementar un canal de denuncias confidencial

Un canal de denuncias efectivo permite a los empleados, voluntarios y otros colaboradores reportar comportamientos inapropiados o posibles infracciones de manera confidencial. Este canal debe:

  • Ser accesible para todos los miembros de la fundación.
  • Garantizar la confidencialidad y la protección de quienes denuncian.
  • Contar con un protocolo de seguimiento que asegure una investigación justa y adecuada de los casos reportados.

Además, es importante promover una cultura de confianza para que los empleados se sientan seguros al utilizar este canal sin temor a represalias.

Formación continua y sensibilización

La formación en compliance debe ser continua y adaptada a las necesidades de la fundación y sus colaboradores. Esta formación debe incluir:

  • Capacitación en las normativas legales aplicables al tercer sector.
  • Talleres sobre ética y conducta profesional.
  • Información sobre cómo identificar y reportar riesgos y conductas irregulares.

Invertir en la formación de todos los miembros de la organización fortalece la cultura de cumplimiento y minimiza el riesgo de incumplimientos por desconocimiento.

Evaluación y mejora continua del programa de compliance

Un programa de compliance debe someterse a revisiones periódicas para medir su efectividad y realizar los ajustes necesarios. Para ello, se recomienda:

  • Realizar auditorías internas y/o externas que evalúen el cumplimiento de la normativa y la adherencia a los procedimientos.
  • Medir el nivel su eficacia a través de indicadores como la frecuencia de infracciones, los resultados de auditorías y la satisfacción de los grupos de interés.
  • Revisar y actualizar el mapa de riesgos, los protocolos y las políticas para adaptarse a los cambios legislativos y las necesidades operativas.

Promover una cultura de ética y transparencia

Para que el programa de compliance sea exitoso, debe estar respaldado por una cultura organizacional que promueva la ética y la transparencia en todas las actividades de la fundación. Esto implica:

  • Fomentar un ambiente donde la conducta ética se valore y recompense.
  • Involucrar a la alta dirección y a todos los colaboradores en la importancia del cumplimiento normativo y su impacto en la misión de la fundación.
  • Generar confianza en los grupos de interés demostrando que la organización se rige por altos estándares de integridad y responsabilidad.

Implementar un programa de compliance en una fundación es esencial para garantizar su sostenibilidad y eficacia en el cumplimiento de su misión. Siguiendo estas buenas prácticas, las fundaciones pueden crear un programa adaptado a sus necesidades y a su contexto operativo, contribuyendo a mejorar su reputación, prevenir riesgos y reforzar la confianza de sus beneficiarios, donantes y colaboradores.

Un programa de compliance efectivo no solo protege a la fundación de sanciones legales, sino que refuerza su compromiso con los valores éticos que sustentan su labor.

¿Tu fundación necesita asesoramiento en el diseño de un programa de compliance efectivo? Contáctanos para una consulta especializada y conoce cómo en Bados Duplá podemos ayudarte a fortalecer la integridad y la transparencia de tu organización.

 

Economista y abogado, interesado en los aspectos económicos, sociales y organizativos de las entidades sin ánimo de lucro. Convencido de que es imprescindible que exista un Tercer Sector profesionalizado, que satisfaga de manera eficiente necesidades humanas que, por su propia naturaleza, ni la Administración ni el sector privado quieren o pueden cubrir.

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