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Consejos de transparencia y buen gobierno en Fundaciones

El buen gobierno es uno de los pilares fundamentales en la gestión de cualquier fundación. No se trata solo de cumplir con la normativa vigente, sino de establecer una cultura organizativa basada en la transparencia, la responsabilidad y la eficiencia en el uso de los recursos.

Una fundación bien gobernada inspira confianza, refuerza su reputación y mejora su capacidad para cumplir con los fines de interés general que la definen.

Desde Bados Duplá, como despacho especializado en entidades sin ánimo de lucro, queremos destacar la importancia del buen gobierno como herramienta clave para el desarrollo sostenible de una fundación. A continuación, analizamos sus principios, órganos responsables y una serie de recomendaciones prácticas para implantarlo de forma efectiva.

¿Qué entendemos por buen gobierno en una fundación?

El buen gobierno no se limita al cumplimiento formal de la ley. Se trata de un enfoque integral que implica prácticas responsables, ética institucional y una cultura de rendición de cuentas que trasciende a todos los niveles de la fundación. Estos son sus principios clave:

  • Transparencia organizativa: Implica que la fundación debe proporcionar información clara, accesible y veraz sobre su estructura, actividades, financiación y resultados, tanto internamente como hacia la sociedad.
  • Responsabilidad en la toma de decisiones: Las decisiones deben tomarse de forma colegiada, documentada y alineada con los fines fundacionales, evitando arbitrariedades o intereses personales.
  • Rendición de cuentas: Supone informar de manera periódica y comprensible a los distintos grupos de interés (patronos, administración, donantes y sociedad civil) sobre el uso de los recursos y el impacto de la actividad.
  • Ética y cumplimiento normativo: El buen gobierno exige actuar con integridad, respetando tanto la normativa aplicable como los principios de buena fe, imparcialidad y servicio al interés general.
  • Eficiencia en la gestión de recursos: Se deben optimizar los medios disponibles, asegurando que los recursos humanos, económicos y materiales se utilicen de forma eficaz y con el máximo rendimiento para los fines fundacionales.

El papel del Patronato: liderazgo y responsabilidad

El Patronato es el órgano central del gobierno de la fundación. Sus miembros tienen un papel activo en la toma de decisiones estratégicas y en la supervisión de la gestión. Para cumplir con esta función, deben aplicar criterios de buen gobierno en todas sus actuaciones.

Estos son los principios fundamentales que deben guiar su actuación:

  • Reuniones periódicas y bien documentadas: El Patronato debe reunirse con una frecuencia adecuada, con convocatorias formales y actas detalladas, asegurando la trazabilidad de las decisiones adoptadas.
  • Evaluación del funcionamiento del órgano: Es recomendable revisar periódicamente la dinámica interna del Patronato, su composición y su capacidad para cumplir con sus funciones, incorporando mejoras si es necesario.
  • Diversidad y pluralidad de perfiles: La incorporación de personas con distintas experiencias profesionales, trayectorias y sensibilidades sociales enriquece la toma de decisiones y evita visiones homogéneas.
  • Prevención de conflictos de interés: Es esencial contar con procedimientos que identifiquen, declaren y gestionen posibles conflictos de interés entre los patronos y las decisiones de la fundación.
  • Separación entre funciones de gobierno y gestión operativa: El Patronato no debe asumir tareas ejecutivas del día a día, sino centrarse en la definición de la estrategia, la supervisión de la dirección y la aprobación de las líneas de actuación generales.

Claves para una gestión eficiente y transparente

Además del compromiso del Patronato, la fundación debe contar con sistemas y procedimientos que aseguren la transparencia y el control interno. Algunas buenas prácticas recomendadas son:

1. Planificación estratégica

  • Definir un plan de actuación anual con objetivos concretos, alineados con los fines fundacionales.
  • Revisar y actualizar periódicamente la misión, visión y valores.
  • Medir los resultados e impacto de los programas y actividades.

2. Control económico y financiero

  • Elaborar presupuestos detallados y hacer seguimiento de su ejecución.
  • Contar con procedimientos de control interno y revisión periódica de la contabilidad.
  • Presentar las cuentas anuales al Protectorado con la mayor claridad posible.
  • En su caso, someterlas a auditoría externa como señal de transparencia, incluso si no es obligatoria legalmente.

3. Transparencia informativa

  • Publicar en la web institucional información actualizada sobre la estructura, actividades, cuentas anuales y estatutos.
  • Identificar públicamente a los miembros del Patronato y sus funciones.
  • Hacer accesible la memoria de actividades y cualquier informe de evaluación o impacto.

4. Ética institucional

  • Contar con un Código de Buen Gobierno que guíe el comportamiento de patronos, directivos y personal.
  • Promover una cultura de integridad, imparcialidad y respeto al interés general.
  • Establecer canales de denuncia y mecanismos de resolución de conflictos.

5. Profesionalización

  • Asignar responsabilidades operativas a personal cualificado, evitando que los patronos asuman tareas ejecutivas.
  • Fomentar la formación continua del Patronato en materia jurídica, contable y estratégica.
  • Delegar funciones específicas en comisiones o grupos de trabajo si la estructura lo permite.

Ventajas de implantar un modelo de buen gobierno

Invertir en buen gobierno no solo mejora el funcionamiento interno, sino que genera beneficios concretos:

  • Mayor confianza de donantes, administraciones y beneficiarios.
  • Mejor acceso a financiación pública y privada, al cumplir con estándares de transparencia.
  • Reducción de riesgos jurídicos y reputacionales.
  • Mayor capacidad de crecimiento y sostenibilidad a largo plazo.

El buen gobierno no es una exigencia burocrática, sino un factor clave para la legitimidad, eficacia y continuidad de una fundación. Aplicarlo de forma rigurosa demuestra compromiso con el interés general y facilita el cumplimiento de los fines fundacionales en un entorno cada vez más exigente.

En Bados Duplá, trabajamos junto a fundaciones para implantar y consolidar estructuras de gobierno sólidas, eficaces y adaptadas a su realidad. Desde la revisión de estatutos hasta la elaboración de códigos de buen gobierno o la implementación de sistemas de control interno, te ofrecemos un asesoramiento experto y personalizado.

¿Quieres mejorar la gobernanza de tu fundación? Contacta con nosotros sin compromiso.

Economista y abogado, interesado en los aspectos económicos, sociales y organizativos de las entidades sin ánimo de lucro. Convencido de que es imprescindible que exista un Tercer Sector profesionalizado, que satisfaga de manera eficiente necesidades humanas que, por su propia naturaleza, ni la Administración ni el sector privado quieren o pueden cubrir.

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